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La lactancia disminuye los riesgos de muerte súbita infantil

La lactancia disminuye los riesgos de muerte súbita infantil

Según un estudio de la Universidad de Virginia , en los Estados Unidos, la lactancia puede proteger contra el síndrome de la muerte súbita infantil. En el estudio se realizó con datos de otros 290 trabajos sobre muerte súbita infantil, que se realizaron desde 1960 hasta 2009. Los investigadores descubrieron que los bebés descubrieron que los bebés que se alimentan con leche materna, que fueron alimentados con leche materna durante el primer año de vida tenían hasta un 60% menos de posibilidades de morir súbitamente que aquellos niños que no fueron amamantados. La protección es aún mayor cuando la alimentación se realiza exclusivamente con leche materna y puede disminuir las posibilidades del síndrome en un 73%. De acuerdo con los autores del estudio, esta protección se debe a la cantidad de anticuerpos - conocidos como inmunoglobinas - contenidos en la leche materna, que protegen al bebé de infecciones durante el período que él es más susceptible al síndrome de la muerte súbita infantil.

Amamantamiento

A pesar de las alertas emitidas por pediatras, muchas madres todavía insisten en no dar el seno o disminuir el tiempo de lactancia por motivos estéticos. Sin embargo, un nuevo estudio refuerza la lista de los beneficios de este gesto. Investigadores de la Universidad de Southampton, Inglaterra, de la Universidad del Estado de Michigan y de la Universidad de Carolina del Sur, en Estados Unidos, comprobaron que el amamantamiento es fundamental para el crecimiento y el fortalecimiento de los pulmones de los niños.

la participación de 1.456 bebés residentes en Inglaterra que fueron acompañados hasta los diez meses de edad. La conclusión fue que aquellos que habían sido amamantados por al menos cuatro meses tenían un funcionamiento mejor del pulmón en comparación con aquellos que tenían el biberón como principal opción.

Estudios anteriores ya habían probado que la lactancia protege a los bebés de problemas respiratorios al principio de la vida, ya que las sustancias presentes en la leche inmunizan contra el asma. Pero la relación con el desarrollo del pulmón durante la infancia es menos clara. En este caso, fue nítido que los bebés podían expirar más aire de manera más rápida después de inspirar profundamente. Por lo tanto, queda claro que es necesario un esfuerzo físico tres veces mayor para extraer leche del pecho, en comparación con el biberón, afirma el investigador SyedArshad.

Para complementar los poderes de la lactancia, la fonoaudióloga Solange Dormann resalta que el acto auxilia en el mismo, el desarrollo de la masticación, la respiración y el hablar correctamente - la lactancia puede considerarse casi una lección introductoria de estas funciones. "Esto porque el ejercicio que los labios, la lengua, las mejillas, los huesos y los músculos de la cara realizan durante la succión es fundamental para el desarrollo armónico de esas estructuras", enfatiza la profesional.


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(Familia)