La menopausia puede interferir en el control de la diabetes

La llegada de la menopausia genera muchas dudas para las mujeres. Algunas veces los síntomas se inician años antes, período llamado de perimenopausia, o permanecen por cerca de 3 años después de la parada de la menstruación. El hecho es que de cualquier forma la menopausia incomoda a la mayoría de las mujeres, ya sea por síntomas físicos como los fogachos (el "calor") o síntomas psíquicos como pérdida de motivación en el trabajo o en la vida sexual.

Además, se sabe que la menopausia es una fase de transición. La parada de la producción de las hormonas femeninas y el consiguiente fin de los ciclos menstruales van a alterar la condición física de la mujer, que deberá adaptarse a esta nueva fase de la vida. Y para la mujer con diagnóstico de diabetes, algunos cuidados son importantes en este cambio.

Sea diabética tipo 1 o 2, la preocupación en la fase de la menopausia debe comenzar con el peso. Es sabido que hay una tendencia natural de reducción del metabolismo de la mujer después del período de la menopausia, por la disminución de las hormonas femeninas, lo que la hace quemar menos calorías. El riesgo aquí es el consiguiente aumento de peso, aumentando la posibilidad de que ocurra la resistencia insulínica y dificultando el control de la diabetes.

Sabemos que las hormonas femeninas estrógeno y progesterona ayudan a mantener la diabetes más estable, por ayudar en el control de la insulina . Sin embargo, con la menopausia y la parada en la producción de estas hormonas, es posible que los niveles de azúcar en la sangre se vuelven más inestables, siendo necesario ajustar la dosis de los medicamentos.

Otro cuidado importante es el del razonamiento inverso: la menopausia puede hacer que el control de la diabetes oscile, también los síntomas de la menopausia se pueden confundir con los de la diabetes alterada. Por ejemplo, el calor de la menopausia puede confundirse en algunos casos con hipoglucemia, y la falta de ánimo y cansancio que pueden ocurrir en la menopausia se consideran como altos niveles de azúcar en la sangre.

Para que esta fase sea la más el camino es el control. Medir la glucemia de forma más frecuente y realizar exámenes de laboratorio de rutina con acompañamiento médico más asiduo, para que ajustes importantes puedan ser hechos a medida. Además, realizar una dieta controlada, actividad física, acompañamiento ginecológico y considerar el tratamiento correcto de la menopausia, son pasos importantes a seguir en esta etapa.

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