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Pérdida de peso rápida: muchas veces es la salud que sale perdiendo
Ante todo es importante entender la diferencia entre perder peso y adelgazarse, pues no siempre perder peso significa realmente adelgazar. El adelgazamiento es cuando conseguimos reducir el porcentaje y la cantidad de grasa en nuestro organismo. Pero cuando las agujas de la balanza caen, tres cosas pueden estar sucediendo: o usted está perdiendo grasa, o perdiendo músculos o aún, perdiendo sólo líquidos.
Algunas dietas en las que la gente consume gran cantidad de proteína sin el consumo adecuado de el agua puede ocasionar desde la sobrecarga en los riñones hasta las convulsiones en casos muy extremos
Lo ideal es que, al hacer dieta, podamos perder varios kilos de grasa, manteniendo la masa muscular para entonces mejorar el metabolismo. Para ello, lo correcto es, además de corregir la alimentación, también practicar ejercicios físicos para estimular los músculos.
Sin embargo, cuando una persona hace una dieta restringida y deja de comer muchos nutrientes esenciales, el cuerpo pasa a usar la masa muscular como fuente de energía. Además, en muchas dietas, las personas no consumen adecuadamente vitaminas y sales minerales que son esenciales para el equilibrio de nuestro organismo. La falta de estos minerales, como el sodio, el potasio, el calcio y el magnesio puede a menudo llevar a problemas en los intestinos como los cólicos intestinales, los vómitos, la diarrea y hasta las arritmias cardíacas graves.
Otro problema consiste en combinar dietas extremas con el uso de diuréticos sin orientación médica. La consecuencia es el desarrollo de cuadros de deshidratación en varios grados. Nuestro cuerpo está compuesto de alrededor del 60% de agua, siendo que dentro de nuestras células hay dos tercios de ese valor, es decir, el 40%. La hidratación dentro de la célula es esencial para el buen funcionamiento de todo el organismo, desde el cerebro, los riñones hasta el intestino. Algunas dietas en las que la gente consume gran cantidad de proteínas sin el consumo adecuado de agua pueden ocasionar desde la sobrecarga en los riñones hasta las convulsiones en casos muy extremos.
Otra complicación de la pérdida de peso muy rápida es el temido efecto de la campana. La reducción drástica de peso lleva a nuestro organismo a producir varias hormonas que estimulan el hambre, haciendo que la persona compense el período de restricción alimentaria con una alimentación mayor, incluso sin percibir y aumentar el peso rápidamente como consecuencia. Además, las dietas muy radicales raramente se siguen por mucho tiempo, ya que son muy difíciles de mantener.
Aquí está la pista: y la reeducación alimentaria debe estar siempre en primer lugar. Aunque la pérdida de peso es más lenta que en las dietas radicales, el cambio de hábitos con la disminución del consumo de alimentos altamente calóricos (masas, refrescos y azúcares refinados) genera beneficios en el organismo como un todo. Una alimentación equilibrada evita el desarrollo de cuadros de anemia y desnutrición, regula la inmunidad y previene la aparición de enfermedades como diabetes, colesterol y presión alta. La salud y el bienestar no deben ponerse en riesgo, piense en ello!
Vacuna contra la fiebre amarilla: tome sus dudas sobre la dosis fraccionada
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Durante el programa Encuentro con Fátima Bernardes, Bruna dijo que tal vez olvidó las medicinas algunas veces. La actriz también contó que recientemente cambió el medicamento, dejando de usar una píldora "fuerte" y pasando a usar una "más débil". ¿Es posible quedarse embarazada tomando píldora anticonceptiva?
