Pérdida de peso sin límites establecidos puede afectar la salud

Más de la mitad de la población está por encima del peso. De acuerdo con datos del Vigitel, Vigilancia de Factores de Riesgo y Protección para Enfermedades Crónicas, del Ministerio de Salud, el 17,4% de la sociedad brasileña es obesa y tiene problemas derivados de la enfermedad. Para las mujeres, este número es aún más alarmante, ya que representan el 18,2% de esa parcela, mientras que los hombres el 16,5%. Es triste, pero es cada vez más evidente que la lucha por la vida sana está lejos de terminar.

¿Cómo saber, sin embargo, dónde está el límite entre la necesidad real de perder peso y la voluntad de adelgazarse por cuestiones estéticas? Si pensamos en estereotipos, entonces, vemos que gran parte de los brasileños intenta encuadrarse en los patrones estipulados por la sociedad. Como si fuera algo adictivo, las personas buscan desesperadamente disminuir el peso, perfeccionar el cuerpo y alcanzar objetivos que, en la mayoría de las veces, no concuerdan con sus biotipos.

Esta búsqueda desenfrenada y sin un acompañamiento médico acarrea riesgos para la salud salud, con trastornos alimentarios, anemia, desnutrición que puede conducir a un déficit de vitaminas y minerales, entre otras situaciones. Los problemas provenientes de este mal no paran por ahí, e incluso el sistema inmunológico puede ser alcanzado.

A pesar de no ocurrir con frecuencia, ya que la mayoría de los pacientes tienen dificultad en alcanzar el peso ideal, algunos no logran notar los cambios que están sucediendo en su cuerpo y pasan a estipular límites aún mayores. En cuanto al obeso, por ejemplo, esta falta de percepción ocurre cuando existe algún trauma emocional involucrado, y el miedo a ganar nuevamente todos los kilos perdidos se convierte en la única manera de protección para evitar tener ese tipo de trauma emocional una vez más.

Además de los problemas que la pérdida de peso sin control y seguimiento médico puede traer, es válido resaltar que el proceso no sucede de manera tan fácil como parece. Junto con los hábitos alimentarios, la composición corporal y el factor genético de cada paciente influyen mucho en el adelgazamiento. A pesar de ser gran parte del proceso, sólo dieta y ejercicios físicos no ayudan a aquellos que presentan masa corporal superior a 30 kg / m2, lo que pide aún más por la ayuda de un profesional.

Otro punto importante y que debe ser reforzado es que el proceso de pérdida de peso es gradual y, según investigaciones científicas, los pacientes que inician la dieta con una rápida disminución en la balanza, quedan aún más estimulados a dar continuidad al tratamiento. Después de esta primera fase, el resto del proceso ocurre gradualmente y de forma menos acentuada, pero no menos eficiente. Por lo tanto, cuanto más empeño y dedicación, más resultados serán alcanzados.

La pérdida de peso sin un límite establecido trae consecuencias emocionales y físicas. Cuando se pierde más de lo necesario, también se elimina masa muscular. Esto puede llevar a la desnutrición o la desnutrición energético-proteica, y traer reflejos a todos los sistemas de nuestro organismo. Por eso, independientemente de cuál sea el objetivo con el cuerpo, tener un monitoreo médico adecuado y seguir los parámetros preconizados por la Organización Mundial de la Salud, en lo que se refiere a los datos antropométricos adecuados para esa persona, para esa edad, para aquel cuadro clínico, es el más aconsejable y la mejor manera de alcanzar un cuerpo sano.

L-carnitina contribuye a la quema de grasas

Beneficios comprobados Ayuda a quemar grasa: Ante la ausencia o bajas cantidades de L-carnitina no hay como el organismo metabolizar la mayor parte de la grasa disponible para la oxidación y generación de energía por las mitocondrias, factor que favorece la acumulación de grasa corporal y • La L-carnitina ha sido considerada una gran aliada de los practicantes de ejercicios por mejorar el desempeño físico durante y después de la actividad física.

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Consumo de grasa trans puede traer problemas de memoria, muestra estudio

Para llegar a esta conclusión, los investigadores analizaron 1.018 participantes, en su mayoría hombres. Estos hombres respondieron un cuestionario en el que detallaban su consumo diario de grasa trans. Después de eso, ellos participaron en una prueba de memorización de palabras. En esta prueba, los investigadores percibieron que hombres de 45 años o menos consiguen recordar en promedio de 86 palabras.

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